La instancia nace con el objetivo de disminuir barreras de comunicación y acercar
tanto a funcionarios y funcionarias como a estudiantes a la lengua de señas chilena.
Con foco en la inclusión social, el taller “Las manos hablan” organizado por el Programa de
Acceso a la Educación Superior (PACE), en colaboración con la cafetería Amadora
–ubicada en la Escuela de Ciencias Empresariales de la UCN–, buscó entregar
conocimientos para facilitar la comunicación con personas sordas, enseñando señas
básicas para entablar conversaciones, entre ellas, saludos, cómo hacer preguntas y
expresiones de uso diario.
Feliz y agradecida por la iniciativa se encontraba la estudiante acompañada por PACE,
Mariana Cruzado Gálvez, quien tiene hipoacusia y que en esta oportunidad fue la
encargada de ejecutar el taller junto a su intérprete de señas, Eilynne Espinoza Calixto.
Mariana ingresó el año 2023 a la carrera de Nutrición y Dietética, convirtiéndose en la
primera estudiante sorda en estudiar en la Universidad Católica del Norte en la Región de
Coquimbo. Respecto a la instancia realizada, aseguró que permite a la comunidad
universitaria conocer a las personas sordas y esclarecer dudas frente a este tipo de
discapacidad. “Estoy contenta por el apoyo que me han entregado, y sé que servirá en un
futuro para otros estudiantes sordos. Es importante que sepan que las personas sordas
podemos avanzar y progresar, tanto en educación como en otras áreas”, afirmó.
Asimismo, añadió que la educación superior ha sido un gran desafío, pues en las
asignaturas se utiliza un lenguaje técnico, sin embargo, indica que ha recibido apoyo para
facilitar su aprendizaje. “Algunos profesores se han dado el tiempo de explicarme hasta
entender las materias, ponen subtítulos a sus videos y me han entregado materiales y
herramientas como tablet, que me han ayudado a hacer más fácil mi aprendizaje. Sé que
aún existen barreras, pero espero que en algún momento se eliminen”, enfatizó.
Aprender para eliminar barreras
La jornada estuvo marcada por el interés de aprender por parte de más de 30 funcionarios y
estudiantes, instancia en que la intérprete de señas, Eilynne Espinoza Calixto, indicó la
importancia de seguir generando estos espacios de aprendizaje para avanzar hacia una
sociedad más inclusiva.
Eilynne Espinoza destacó, además, el avance psicoeducativo de Mariana.“He visto el
cambio en ella, se ha ido apropiando de sus cualidades, de lo que ella es, siendo pionera,
porque si bien en Antofagasta ya hay estudiantes sordos, acá es la primera y está dejando
un camino que quizás próximos estudiantes a futuro puedan tomar y recibir el apoyo de
ella”, señaló.
Quien también valoró la jornada fue la estudiante de Enfermería, Natalia Castillo ,
quien se refirió a que su principal motivación como futura profesional es lograr eliminar este
tipo de brechas comunicacionales. “Estas instancias son súper importantes para ejercer mi
profesión. Soy del área de la salud y el saber lengua de señas nos facilita la comunicación
con las personas, lo que nos permite brindar una buena atención”, resaltó.
Abrir caminos
Para Susan Gálvez Cruzado, mamá de Mariana, los éxitos de su hija representan un gran
orgullo, al convertirse en un referente para su hermano y el resto de la comunidad sorda, al
demostrar que es posible continuar los estudios en la educación superior.
Pese a los desafíos que han debido enfrentar como familia desde el diagnóstico de Mariana,
Susan reafirma que uno de los más grandes logros alcanzados en este camino, es que su
hija haya ingresado a la carrera de Nutrición y Dietética.
“Es un reto (para ella) ser la primera estudiante sorda de la universidad, pero no hay reto
que no se pueda cumplir, y abrirá puertas para otros estudiantes sordos que también
quieren estudiar en educación superior, porque el problema de audición no quiere decir que
no entienda o no pueda aprender. Ver que una amiga o compañera está en una universidad
y saber que la están apoyando, para ellos es una motivación para dar el paso y saber que
les acompañarán en este proceso”, aseguró.