Que es normal sentir sed o que la cantidad adecuada depende de cada
persona, son varios los mitos que rodean su ingesta. Pero si en algo
coincidimos es que necesaria para mantener una buena salud.
Más del 50% de nuestro organismo está conformado por agua, un líquido vital
para que el cuerpo pueda funcionar correctamente. Por eso, responder a las
principales interrogantes sobre su consumo resulta clave para generar hábitos que
nos permitan ingerir la cantidad que necesitamos diariamente.
“El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”, es el lema que este año
destacó el Día Mundial de la Alimentación, justamente debido a lo importante que
es este elemento para la vida y la nutrición. No alcanzar la dosis adecuada puede
afectar gravemente nuestra salud, ya que este líquido mantiene la temperatura
corporal, ayuda en los procesos de digestión y absorción de nutrientes, disminuye
el estreñimiento, aporta al buen funcionamiento del corazón y contribuye a la
prevención de enfermedades renales.
¿CUÁNTA AGUA TOMAR AL DÍA?
La nutricionista del Servicio de Salud Coquimbo, Tania Fierro, explica la
importancia de mantener una buena hidratación durante el día, especialmente en
épocas de más calor, aclarando además cuál es la cantidad apropiada que una
persona debiese consumir.
“Debemos considerar algunas características, como nuestro peso o estatura y
también las actividades que realizamos. Por ejemplo, si trabajamos al aire libre
vamos a perder más agua que si estamos en una oficina, por lo tanto, ahí se
incrementa nuestro requerimiento, pero en términos generales se recomienda un
consumo promedio que va entre 1.5 a 2.0 litros, lo que equivale a 6 y 8 vasos de
agua al día”, detalla.
Todos los días se pierde agua, ya sea por medio de la respiración, orina,
deposiciones o la transpiración. Por eso, para que el cuerpo funcione
adecuadamente, ésta se debe reponer por medio del consumo de líquidos. Pero
¿qué pasa si no tenemos el hábito o simplemente no nos gusta el agua? La
profesional señala que existen algunas alternativas que pueden ayudar a
mantener nuestro cuerpo hidratado.
“Lo ideal es consumir el agua en estado puro, pero para las personas a las que no
que no les gusta, pueden agregarle algún sabor con algunas hierbas como
albahaca o menta, también puede ser jengibre, limón o pepino, pero sin azúcar por
su alto contenido calórico o endulzante, ya que alteran la percepción del sabor”,
relata Fierro.
¿ES NORMAL SENTIR SED?
La nutricionista explica que es importante incentivar el consumo de agua desde los
primeros años de vida, y hacer este momento entretenido es clave para que los
más pequeños adquieran el hábito.0
“A veces cuesta que los niños tomen agua, por eso hay que hacer que vayan
haciéndolo de a poco. Dependiendo de la edad, se pueden utilizar algunas
estrategias que incentiven su consumo, como a través de juegos, darle una botella
divertida o de algún personaje que les guste y establecerles metas en el día. Por
ejemplo, que se tiene que tomar una botella en la mañana y otra en la tarde, y
cuando son más grandes, podemos saborizar el agua de manera natural con
rodajas de limón, naranja u otra fruta que le dé sabor, pero sin agregarle azúcar.
La idea es que no sea un batido ni un jugo”, aconseja.
Una de las principales interrogantes respecto al consumo de agua es saber si es
normal o no sentir sed. Ante esta duda, la profesional aclara que,
lamentablemente, es uno de los principales signos de una deshidratación.
“Cuando esto sucede es un indicador de que a nuestro cuerpo le falta agua, por lo
que no debiéramos esperar a que esto pase para recién hidratarnos. Otra señal
puede ser la orina, cuando es más concentrada y con un color intenso, significa
que tenemos déficit de agua y debemos hidratarnos”, advirtió.
Para que esto no ocurra, entre las infaltables recomendaciones que pueden
ayudar a incentivar el consumo se encuentran:
– Comenzar la mañana tomando un vaso con agua. Si le cuesta
terminárselo todo, beba pequeños tragos con frecuencia.
– Tenga siempre a mano una botella con agua, de esta forma puede
consumirla entre comidas o cada vez que se acuerde.
– Prefiera frutas con alto porcentaje de agua. La sandía es la que tiene
más agua de todas, seguida de cerca por el melón, aunque en casi todas
podemos encontrar cantidades importantes.
– Hidrátese antes y después de realizar deporte y aumente el consumo de
infusiones sin azúcar.