- Con base en la investigación científica, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), espera contribuir en la orientación de la inversión pública destinada a la prospección e identificación de lugares donde existe mayor potencial de extracción de agua subterránea, así como también, su extracción sustentable.
La Comisión Fomento Productivo, Ciencia, Tecnología e Innovación del Consejo Regional de Coquimbo invitó nuevamente al Centro Científico CEAZA para que dé a conocer sus últimas investigaciones. En esta oportunidad, la Dra. Giulia de Pasquale, coordinadora del área de Hidrogeología del CEAZA y Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA expusieron sobre el programa de investigación científica en relación a aguas subterráneas de la Región de Coquimbo.
Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA detalla que “el conjunto de investigaciones tiene como propósito conocer las dinámicas del agua subterránea y de los sistemas de recarga de acuíferos en nuestra región. El área de Hidrogeología del CEAZA dirigido por la Dra. Giulia de Pasquale, se ha enfocado inicialmente en la cuenca del Limarí, siendo fundamentales los resultados de estos estudios, pensando en la situación y en el actual escenario hidroclimático de la Región de Coquimbo”.
Pedro Valencia, presidente de la Comisión Fomento Productivo, Ciencia-Tecnologia e Innovación destaca que “es interesante conocer que existe agua bajo la tierra y que puede ayudar a solucionar parte de los problemas que tenemos hoy. El Consejo Regional lo valora, por eso siempre ha estado apoyando al CEAZA, en particular el trabajo que realizan sus científicos, porque no da lo mismo tomar una decisión sin esta información. Hay que seguir avanzando en los estudios, falta mucho por conocer, hay desconocimiento de tantas cosas de nuestra región y creo que es importante seguir apoyando este tipo de investigación”.
Orientar la inversión pública
Giulia de Pasquale coordinadora del área de Hidrogeología del CEAZA indica que en la exposición ante el CORE se abordaron “los resultados de una serie de proyectos que se desarrollaron en la cuenca del río Limarí, donde levantamos datos para hacer una caracterización hidrogeológica y conocer el tipo de material en que se almacena el agua. Asimismo, desarrollamos un modelo dinámico para comprender cómo se integra el agua superficial con el agua subterránea”.
En relación a la posibilidad de extraer aguas subterráneas, la científica indica que “sabemos que existen alrededor mil millones de metros cúbicos disponibles para extracción, pero con un incertidumbre casi de 50% que se da principalmente por la falta de datos a lo largo de la cuenca. Es importante mencionar que la extracción de aguas subterráneas es una opción en caso de emergencia, ya que la recarga de agua subterránea es lenta”.
El consejero regional, Cristian Rondanelli, señala que “en la cuenca del Limarí existe una cantidad de agua no menor y son más de mil millones de metros cúbicos que podrían ser extraíbles. Refuerza lo que nosotros hemos venido pidiendo de la Comisión Hídrica del CORE, que es poder contar con una red de pozos de emergencia para poder extraer estas aguas en épocas de sequía, como las que estamos viviendo. Creo que este estudio sienta bases importantes para ver cómo se pueden ir administrando las cuencas, tanto las aguas superficiales y también las subterráneas”.
Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA explica que “con esta información se entregan herramientas e instrumentos que permitan facilitar y mejorar la toma de decisiones por parte de los consejeros regionales y poder orientar inversión pública destinada a la prospección e identificación de lugares donde existe mayor potencial de extracción de agua subterránea.Estamos poniendo a disposición de agencias del Estado toda la información científica en relación a esta materia. Participamos activamente en el Comité Regional de Emergencia Agrícola, con quienes hemos establecido un programa de trabajo para que en aquellos lugares donde existe un mayor potencial de almacenamiento de agua, poder profundizar la toma de datos y conocer en detalle el potencial hidrogeológico de aquellos lugares. Esperamos obtener esta información durante el primer semestre del 2024 y con ello poder orientar potenciales y futuras inversiones, asociados a pozos de extracción de agua destinados para la agricultura o eventualmente para los sistemas sanitarios rurales”.