Gracias a un trabajo colaborativo entre la comunidad educativa, la Municipalidad de La
Serena y empresas locales, los alumnos diseñaron productos que permiten reutilizar el
agua y otros materiales.
“Proyecto Piloto, Taller de Medio Ambiente y Reciclaje” es el nombre de la iniciativa
impulsada en el Colegio María Educa del sector Villa La Florida en La Serena, donde jóvenes
de 8vo y 1ro medio reutilizaron residuos reciclables para dar vida a nuevos productos,
utilizando el modelo de economía circular.
“Hicimos un estudio donde observamos que había mucha basura que botaban los
estudiantes, entonces se nos ocurrió la idea de poder reciclarla y clasificarla. Hoy en día el
aprendizaje no solo tiene que ver con el tema teórico, sino también con el aprendizaje social
e integral, donde ellos puedan aprender a cuidar y preservar el medio ambiente, sobre todo
en lo que tiene que ver con el agua”, explicó Roberto Cuellar, trabajador social del Colegio
María Educa.
Talleres de reciclaje estuvieron acompañados también por salidas al relleno sanitario El
Panul y a sitios eriazos con presencia de microbasurales, donde las y los estudiantes tomaron
conciencia sobre la gran cantidad de desechos que contaminan el medio ambiente de La
Serena y región.
Todo el proceso estuvo acompañado y guiado por la Municipalidad de La Serena mediante la
delegación municipal de La Antena-La Florida. “Nuestro principal objetivo son los
adolescentes porque es complejo llegar a ellos y tomar conciencia con el medio ambiente.
Entonces tomamos este proyecto con el colegio y lo implementamos. Estamos felices porque
realizamos 4 talleres de reciclaje, los llevamos a un vertedero clandestino y al Panul y ahora
terminar con los contenedores que armaron ellos mismos, porque nosotros solo los
guiamos”, afirmó Skarlette Zapata, gestora de medio ambiente delegación municipal La
Antena-La Florida.
El proyecto culminó con una exposición de lo aprendido ante el colegio. El 8vo básico
destacó con la reutilización de botellas plásticas y de detergente para crear maceteros
ecológicos con sello en el rescate patrimonial. “Me parece bien comenzar a reutilizar las
cosas para no contaminar más el medio ambiente. A nosotros nos tocó el tema del
patrimonio cultural que es algo antiguo y de todos que se debe rescatar, por eso los
maceteros los hicimos con figuras de El Faro, Iglesia Catedral, Parque Japonés y Valle del
Elqui”, indicó Josefa Cifuentes, alumna representante del 8vo A.
El papel fue otro de los elementos que desechaban en el colegio y al que se le dio una
segunda vida útil. Así lo descubrieron las y los estudiantes del 1ro medio A. “Queríamos
empezar a reciclar papel, ya que en el curso desechamos demasiado, tanto hojas de
cuaderno como guías y todo eso se desperdicia y nosotras quisimos hacer este proyecto para
reciclarlo, hacer libretas y cosas que se puedan utilizar”, recalcó Lorena Gutiérrez.
Al igual que el grupo anterior, Gabriela Rodríguez del mismo curso, explicó que “hicimos
agendas con hojas que se iban a desechar o que salieron mal impresas. Se doblan por la
mitad y se mete por una anilladora que permite hacer los agujeros para pasar el resorte de
la agenda. Las portadas también las hacemos con recortes de revistas o libros que ya no se
utilizan por cambio de curso. La idea la sacamos como curso, pero todo se pudo lograr
gracias a los profesores porque es un proceso largo y necesita de varios materiales”.
Con la misma convicción, el 1ro medio B realizó un filtro de aguas grises o jabonosas.
“Consiste en unos pocos materiales que simula el filtrado natural del agua; arena fina,
gravilla, carbón, piedras chicas y grandes, y algodón. Esta agua se puede utilizar para regar
melisa, cilantro u otras plantas. Hay una crisis mundial de agua, entonces mantener una
preocupación es importante y los niños pueden aprender una forma eficaz de ocuparla,
porque el agua no siempre va a estar y hay que ser conscientes sobre cómo la ocupamos”,
señaló el alumno Benjamín Monroy.
Otra de las obras creadas fueron los contenedores de reciclaje y una compostera,
construidas a pulso por un grupo de alumnos del 1ro medio B con el apoyo en materiales de
Empresas DABED, Ferretería Brito y Verdulería Tía Clara. “Nosotros construimos tres
contenedores de reciclaje para mejorar el medio ambiente, además de una compostera. La
municipalidad nos ayudó en el proceso, fue una bonita experiencia. Esto va a servir para que
los más pequeños sepan cómo cuidar el planeta y cuando salgan a recreo pueden venir a
dejar los plásticos y cajas de jugo”, invitó Benjamín Bolbarán.
Sin duda, la creación de cada uno de los trabajos generará un impacto en la comunidad
escolar, tanto así, que la conformación de una “Brigada Ecológica” al interior del
establecimiento ya es una realidad y a la fecha cuenta con 14 integrantes; niños, niñas y
adolescentes desde 5to a 3ro medio, con el objetivo de concientizar sobre el cuidado del
medio ambiente a través de diversas actividades.